Ideas. ¿Quién nos controla?: Hablemos de periodismo, prensa, “libertad de expresión”, revolución y lucha de clases

2022-07-30 13:14:05 By : Ms. Kassia J

Los medios de comunicación de masas como dirección política y social de las masas, el rol de la prensa revolucionaria y cómo pensar la verdadera libertad de expresión y el derecho a la comunicación en el socialismo.

Esta semana partió con el día del periodista, del que me enteré por el saludo de un compañero, porque la verdad no tenía idea. Agradecido, de todas formas. En una investigación rápida y sin corroborar muchas fuentes, me enteré de que se celebró este 11 de julio, al igual que los años anteriores, debido a que el año 1956, en esta misma fecha, se promulgó la Ley 12.045, la que resolvió la creación del Colegio de Periodistas de Chile. Dato curioso.

La celebración de este día, el que pasó completamente inadvertido, nos da el pase gol para poner un tema sobre la mesa, discutir y debatir. El periodismo, del que hay carreras universitarias, el que algunos lo llamaron “el mejor oficio del mundo”, el que muchos odian, pero que, muchas veces inadvertidamente también, tiene una importancia e implicancia en la vida de cada uno de nosotros.

En una nota al pié de página del libro “Periodismo y lucha de clases” de Camilo Taufic (del que saqué muchas ideas para este artículo), dice que Lenin, al ser encuestado en el primer censo soviético, a la pregunta “¿profesión?, respondió “periodista”. Otro dato curioso. Esto porque el revolucionario ruso fue capaz de ver la importancia de la información y la comunicación, tanto para la burguesía como para el proletariado, así como para el partido, y también para el desarrollo del capitalismo y su constante reproducción.

Nada nuevo, no sorprende. Dejó de ser un secreto el hecho de que la burguesía, los dueños de grandes empresas, multinacionales e imperialistas, han logrado desarrollar un gran control social sobre la población con grandes aparatajes enfocados a aquello. De lo que Althusser hablaba cuando mencionaba a los “aparatos ideológicos de Estado” [1] , las iglesias, los colegios, y muy importante: los medios de comunicación. Los que hoy en día se han extendido a nuestros bolsillos, a información rápida y fácil a través del celular, de las redes sociales, etc.

La burguesía, la dueña de los medios de producción, la que se enriquece a costa del sudor de la clase trabajadora y de nuestras familias, además de la coerción y la represión para poder mantenernos pasivos frente a la explotación y opresión que pasa por nuestros ojos y que cargan nuestras espaldas, vio la necesidad de desarrollar aparatos ideológicos, con el objetivo de reproducir el modo de producción capitalista, el que está basado en sus fundamentos en la explotación y opresión de la mayoría por una minoría, cada vez más pequeña.

Uno de estos aparatos son los medios de comunicación de masas, una gran herramienta e instrumento que tiene la burguesía para reproducir su ideología a las masas, adoctrinándolas día a día con ideas que solo los favorecen a ellos. Pues, a pesar de que a los grandes burgueses, como Luksic, Saieh, etc, no les hace falta, económicamente hablando, tener un medio de comunicación, sí lo tienen, precisamente para poder derrochar su ideología a destajo a todos los rincones del país, así como los Matte tienen una red de colegios.

Pero lo hacen haciéndonos creer que su información es “neutral” y “objetiva”, muchas veces enseñándoles esta mentira a los estudiantes de periodismo en las universidades. Cuando en realidad, el periodismo tiene un importante contenido de clase. Esto dependiendo quiénes son los dueños de la empresa periodística, que, para la sorpresa de nadie, son la clase dominante. [2] Las empresas de comunicación no informan todo, ellos conscientemente deciden qué informar y qué no, y cómo hacerlo, a qué darles jerarquía y a qué no, qué esconder, qué decir y cuándo decirlo, esas decisiones no son para nada al azar.

Asimismo, engañan descaradamente diciendo que, al ser “medios privados”, son “medios independientes”, es decir, tienen el descaro -es que son muy descarados- de ser los ultra-defensores de la libertad de expresión. Descarados. Cuando en verdad, sus medios de comunicación no son para nada independientes, pues defienden sus intereses de clase en cada letra, además de que esta clase, a la que pertenecen los medios de comunicación “más importantes”, ya que tienen el monopolio, duopolio u oligopolio, las mejores técnicas, tecnología, las mejores herramientas, los mejores profesionales pensando en nuevas maneras de comunicar, mejores oradores, mejores escritores, los más rápidos, etc, se roba el derecho de comunicar, pues esta clase es la única que goza de tal derecho.

Por lo tanto, los periódicos y medios de comunicación en general, representan los intereses de una determinada clase social, y asimismo, el periodismo se convierte “en una máquina de crear opinión” [3] . Y en caso de los periodistas que trabajan, la mayoría de las veces por la misma razón que cualquier proletario, para los medios burgueses, se transforman, probablemente, en “el profesional que de un modo más desgraciado, se ve abocado a trabajar en beneficio, no solo económico, sino también ideológico, de la clase social dominante sin pertenecer a ella ni beneficiarse del modelo” [4] . Es decir, se convierte en un reproductor de la ideología de la clase dominante.

Por su parte, el periodismo es una forma de dirección social y política [5] , pues, como indican los fundamentos de la comunicación, esta existe para poder influir en los demás de alguna u otra manera, para que piense algo, para que haga una determinada acción, para convencer de algo. Por lo tanto, los medios de comunicación de masas fueron un invento de la burguesía para dirigir, para orientar, para influir en sus conciencias para que hagan o no hagan tal o tal cosa.

Y los medios de comunicación no solo hacen esto con “los noticieros”, que son los que las personas ven, leen o escuchan con la intención de “ser informados”, sino que también con los diversos programas, de entretención, cultura, etc. Los programas de TV, las teleseries, las películas, las series, etc, que muestran como ejemplos a seguir a personajes que son precisamente como ellos quieren que seamos, inundándonos cotidianamente en un mar de ideología.

La burguesía comprendió muy bien el rol que cumple la información y la comunicación para la reproducción de su sistema. Pero esto también corre para los revolucionarios, algo que también entendió muy tempranamente Lenin.

Pues, como el periodismo cumple un rol de dirección social y política, esto también es importante para quienes queremos construir un partido revolucionario. Es necesario un periódico revolucionario.

Este periódico tiene una vital importancia, pues va ligado al concepto de “unidad”, de “cohesión”. Esto en dos ámbitos, el del partido y el de la clase. “El periódico no es sólo un propagandista colectivo y un agitador colectivo, sino también un organizador colectivo. En este último sentido, se le puede comparar con los andamios que se levantan alrededor de un edificio en construcción, que señalan sus contornos, facilitan las relaciones entre los distintos constructores, les ayudan a distribuir el trabajo y a observar los resultados generales alcanzados por el trabajo organizado” [6] . En palabras de Lenin, se trata de un medio de educación y cohesión de la clase obrera, para desarrollar su conciencia política. Y en última instancia, para dirigirla hacia sus fines históricos, la conquista del poder, la revolución socialista.

Para esto, como decía Lenin, el periódico “debe hacerse eco de todas las cuestiones que plantea la vida en todos los terrenos”, pues “la conciencia de las masas obreras no puede ser una verdadera conciencia de clase, si los obreros no aprenden, en base a hechos y acontecimientos políticos concretos y, además, obligatoriamente de actualidad, a observar a cada una de las otras clases sociales en todas las manifestaciones de su vida intelectual, moral y política” [7] .

En otras palabras, el partido revolucionario, a través de su órgano, debe buscar acumular la experiencia de la clase obrera, los balances de las derrotas, de los desvíos, de los triunfos anteriores, de las traiciones, para poder tener un andamio que permita dirigir y guiar a la clase potencialmente revolucionaria hasta la victoria.

Lenin lo explica muy bien: “El plan de un peródico político para toda Rusia, lejos de ser el fruto de un trabajo de gabinete de personas contaminadas de doctrinarismo y literaturismo (como les ha parecido a gentes que han meditado poco en él), es, por el contrario, el plan más práctico para empezar a prepararse en todas partes e inmediatamente para la insurrección, sin olvidar al mismo tiempo ni un instante la labor ordinaria de todos los días” [8] .

A pesar de la firmeza de la burguesía para defender a toda costa su versión de la “libertad de expresión”, que como explicamos anteriormente, es solo para ellos, las y los marxistas revolucionarios, que peleamos por una sociedad sin explotación ni opresión, la que solo puede darse con la extinción de las clases sociales y la socialización de la economía y los recursos naturales bajo gestión de la clase obrera y las comunidades, aboliendo la propiedad privada, creemos que así mismo se acabaría la propiedad privada de los medios de comunicación.

Por lo tanto, la prensa y todos los medios de comunicación, como el cine, la música, el teatro, etc., serán abiertos al pueblo, se pondrá a disposición de todos, todas y todes. Donde podremos volver a tener un derecho tan humano como lo es la comunicación, la verdadera libertad de expresión.

[1]  Althusser, L. Ideología y aparatos ideológicos de Estado, 1970.

[2]  Taufic, C. Periodismo y lucha de clases, 1974. Akal.

[3]  Taufic, C. Periodismo y lucha de clases, 1974. Akal. p.17

[4]  Taufic, C. Periodismo y lucha de clases, 1974. Akal. p.17

[5]  Taufic, C. Periodismo y lucha de clases, 1974. Akal. p.31

[6]  Lenin, V. ¿Qué Hacer?. 1902.

[7]  Lenin, V. ¿Qué Hacer?. 1902. p.69

[8]  Lenin, V. ¿Qué Hacer?. 1902. p.177

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