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El ático o cubierta del edificio paralizado por Ravella para exigir que se respete el proyecto original. | // M. MÉNDEZ
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El gobierno de Vilagarcía se mantiene firme en la decisión adoptada en noviembre en el sentido de paralizar la obra de rehabilitación del edificio situado entre las calles Rey Daviña, Valentín Viqueira y Romero Ortiz, ocupado antiguamente por el hotel Moderno.
La promotora, Hermanos Mondragón Paz, reconocía ayer en FARO DE VIGO que se habían introducido modificaciones respecto al proyecto original, las cuales fueron las que provocaron la paralización decretada por Ravella.
Lo que sucede es que la empresa achaca esas modificaciones a causas de fuerza mayor y pide al ejecutivo local que revise el modificado del proyecto, al parecer aceptado por Patrimonio el pasado mes de junio.
Pero el Concello de Vilagarcía no cede y advierte con rotundidad de que “no basta con presentar un modificado del proyecto para recoger obras que no estaban previstas inicialmente”.
Muy por el contrario, para que el proyecto de rehabilitación pueda seguir adelante “tendrá que cumplir la normativa municipal y lo establecido en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en cuanto a volúmenes, edificabilidad y alturas”, sostiene el gobierno de Alberto Varela.
Todo ello, apostilla, “aspectos que habrá que informar convenientemente” cuando llegue el momento. Lo cual es tanto como decir que la rehabilitación de la que está considerada como una de las joyas arquitectónicas del siglo XIX en el centro de la ciudad tendrá que seguir esperando. Y no solo eso, sino que parece que va para largo.
Así se desprende del posicionamiento de Ravella tras la información publicada por FARO DE VIGO en la que se daba cuenta de que el promotor, ante la tardanza en el levantamiento de la orden de paralización, había empezado a desmantelar andamios, elementos de seguridad interior y otros servicios y equipos por los que está pagando un cuantioso alquiler mensual.
Una vista del edificio. M. MÉNDEZ
Pero esto no ablanda al Concello, donde quieren dejar muy claro que “la defensa y recuperación del patrimonio arquitectónico e histórico de Vilagarcía” es uno de sus “principales objetivos”, apostando por “rehabilitar y restaurar edificios emblemáticos de la ciudad que tienen valor histórico y arquitectónico”.
Aunque no va a permitir que se haga a cualquier precio, de ahí que insista en que tanto el proyecto del antiguo edificio Moderno como cualquier otro, independientemente de si afecta o no a un elemento a conservar, “debe cumplir la normativa municipal”.
Es decir, que el Concello “va a velar por hacer cumplir lo recogido en el PXOM, ya sea para el proyecto de rehabilitación de un edificio emblemático –como es el caso– como para la construcción de un galpón”.
De este modo insinúa el equipo de Varela que las modificaciones introducidas por el promotor en el edificio de Rey Daviña y Valentín Viqueira se saltan esa normativa urbanística, lo cual lleva a Ravella a insistir en que “las normas deben ser cumplidas, y hacerse cumplir, en todos los casos por igual”.
En resumen, que “en el edificio de Valentín Viqueira se hicieron obras que no estaban previstas en el proyecto que fue aprobado y para el que obtuvo licencia” en 2012, de ahí que las obras iniciadas en 2020 fueran paralizadas en noviembre de 2021.
El edifico de la discordia, en la confluencia de la calle Valentín Viqueira con Alcalde Rey Daviña. M. MÉNDEZ
Y así van a seguir, salvo que se respete el proyecto original, lo cual puede conllevar la demolición de parte de lo ya construido.
Ni que decir tiene que esto constituye un serio revés para las aspiraciones del promotor, que aún reconociendo la existencia de modificaciones respecto al proyecto original las considera ajustadas a la legalidad, de ahí que confiara en una pronta solución y en el levantamiento de la orden de paralización. Lo cual, visto lo visto, no va a ocurrir.
Puede recordarse que el inmueble, que hace décadas acogió la sede del banco Hispanoamericano, que está protegido por Patrimonio y que figura en el catálogo municipal de Bienes a Conservar de Vilagarcía, empezó a ser recuperado hace un par de años en base a una licencia para “rehabilitación y ampliación” para “bajo comercial y nueve viviendas”, la cual le fue concedida en junio de 2012.
Obreros desmontando elementos del edificio, anteayer. M. MÉNDEZ
Ahora, nueve meses después de la paralización de la obra, la promotora sostiene que “los costes se han disparado” y que, dado que el Concello no le da la autorización para seguir con el proyecto, ha decidido “empezar a desmontar andamios, grúa, material de seguridad y otros servicios de alquiler similares por los que pagamos un dineral cada mes”.
Dicho lo cual, insistía en que “todo esto se debe a una postura del Concello que no podemos compartir”, ya que “si se modificó levemente el proyecto original fue por causas de fuerza mayor, y en vez de apercibirnos, pedirnos explicaciones y comprobar que todo se ajusta a la ley, lo que hizo el Concello en noviembre pasado fue parar la obra, sin más”, lamentan en la empresa.
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