Homenaje a Aníbal por "Ocupa Graff-ica V" mural que fue borrado al día siguiente por autoridades de la alcaldía, Iztapalapa
El 11 de julio del 2020 murió desnucado Aníbal Meléndez muralista del proyecto “Iztapalapa Mural” que cayó de 6 metros de altura mientras pintaba en la Utopía de San Lorenzo Tezonco, Iztapalapa, sin casco y sin arnés de seguridad. Es la muerte que se oculta detrás del proyecto Iztapalapa Mural, uno de los que más presume Clara Brugada. La historia de Aníbal quedó tan enterrada que incluso, cuando sus compañeros lo pintaron en un par de bardas, su rostro fue tapado, paradójicamente, con capas de pintura.
Murales en calles de Iztapalapa
“Nunca nos dieron protección de seguridad durante tres años; después de la muerte de Aníbal nos dieron sólo dos cascos por equipo, cuando cada grupo era de seis personas”, comenta Miguel, uno de los artistas que participó en el proyecto: “el arnés lo teníamos que pedir con anticipación y las pocas escaleras que nos llegaron a dar no tenían gomas para sostenerse”.
Murales en calles de Iztapalapa
Antes de la muerte de Aníbal, “en una junta le dijimos al coordinador Edgar Hernández Orozco que necesitábamos protección”, comenta Miguel.
Desde el 2018, al inicio de la administración de Brugada, estas exigencias para trabajar con seguridad, fueron ignoradas.
Murales en calles de Iztapalapa
“Recuerdo que era sábado y empezaron los mensajes de WhatsApp al grupo que teníamos todos los muralistas, se decía que Aníbal cayó del andamio y fue trasladado al hospital”, comenta Miguel, “algunos compañeros nos fuimos para el hospital para ver qué había pasado, cuando estábamos ya con la familia de Aníbal llegó María Antonieta, directora ejecutiva de cultura y en tono molesto nos preguntó que qué hacíamos allí, que nos fuéramos a trabajar e incluso nos amenazó que si no lo hacíamos nos iban a correr”.
Aníbal muralista que falleció debido a una caída
“Otras coordinadoras del proyecto nos empezaron a hablar por teléfono que todos teníamos que seguir trabajando que nadie tenía que moverse de su lugar, que todo estaba controlado”, asevera Miguel.
No todos los pintores hicieron caso y decidieron quedarse con la familia de Aníbal en el hospital, “cuando se acercó María Antonieta con la mamá de Aníbal les dijo que todo lo que necesitaran se lo pidieran incluso hasta les dijo a los doctores que lo trataran bien”, dijo Miguel.
Aníbal llegó vivo al hospital, pero entró en coma. Sólo viviría unas horas más.
Unos días después el coordinador Edgar convocó a los jóvenes pintores, “nos dijo que se sentía terrible, pero le dijimos que esto pasó por su culpa porque nunca nos hicieron caso que necesitábamos protección de seguridad”.
Dos semanas después, les avisaron a los muralistas que se quedarían sin trabajo, porque los recursos asignados serían usados para apoyar a la familia del artista fallecido. A pesar de esto, fuentes de la familia indicaron a Crónica que el gobierno sólo los apoyó con la hospitalización.
“En los últimos días de julio, nos corrieron a la mayoría que ya no había presupuesto y lo que restaba del programa iba para la familia de Aníbal, pero la verdad dudamos que sea verdad”, señala Rodolfo, otro de los participantes en Murales Iztapalapa.
Los contactos con familiares de Aníbal avivaron las dudas sobre el apoyo que recibieron, pues agradecían a los artistas que continuaran exigiendo justicia.
Y luego vino otro hecho que hacía pensar en que el gobierno de Clara Brugada quería enterrar el asunto: “varios compañeros hicimos un memorial de Aníbal, se pintó su cara por el Metro Constitución 1917 y al otro día las autoridades de Iztapalapa lo borraron”, dijo Rodolfo.
El mural tenía la leyenda “¿Cuánta vida vale tu salario?”.
Otro mural con la imagen de Aníbal por la misma zona corrió la misma suerte.
Otro mural en homenaje a Aníbal que fue borrado
El proyecto de murales se creó en la administración de Brugada con el objetivo de “recuperar y dignificar los espacios públicos para transformarlos en senderos seguros”.
Murales en calles de Iztapalapa