La estructura metálica para asegurar la bóveda y proteger a los fieles se colocó después de que la piedra de 50 kilos cayera de una nervadura en la bóveda central. Afortunadamente, no hubo lesiones personales. 

La iglesia de San Pedro Apóstol de Binéfar tiene todo preparado para que después de Navidad comiencen las obras. Las obras, con un presupuesto que ronda los 500.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses, pondrán fin a 15 años de misa bajo el andamio, con espacio reducido y dificultades para desplazarse y celebrar ceremonias con gran afluencia. En todo este tiempo de espera, la parroquia ha conseguido reunir unos fondos para financiar parte de la intervención, en la que también colaborarán el Ayuntamiento local y el Obispado de Barbastro-Monzón.

El párroco, Jaime Clusa, cuenta los días que faltan para que comiencen unas obras que, por una razón u otra, se han retrasado para que "todo el mundo se haya acostumbrado a los andamios". "Cuando los quiten será como una especie de visión, una imagen que ya se había olvidado", dice.

La estructura se colocó para permitir la apertura de la iglesia, que en noviembre de 2006 se cerró tras el desprendimiento de un elemento del techo, lo que solo provocó daños materiales ya que en ese momento no había fieles en el interior, aunque poco tiempo antes de un funeral. . Clusa explica que una piedra de unos 50 kilos cayó de la bóveda central. “Fue justo después de terminar la ceremonia, el templo había estado muy lleno y, a los pocos minutos de que se fuera la última persona, cuando aún había gente en la puerta, la pieza se cayó”, detalla.

No es algo común, pero ha ocurrido en otras iglesias, como San Pedro de Fraga, recuerda Clusa. En abril de 2003, cuando se trabajaba en el interior y durante una misa, una piedra de unos 50 kilos cayó de la bóveda y atravesó la red de protección. Afortunadamente, no hubo ninguna lesión personal de la que arrepentirse. La iglesia, después de las obras, fue reabierta tres años después.

La parroquia de Binéfar (construida a finales del siglo XV), ha tenido que esperar mucho más. Su dueño explica que habrá una reconstrucción de toda la nave central "con la categoría que se merece": "Llegamos a plantearnos hacer algún tipo de intervención que sería vistosa sin gastar tanto dinero pero pensamos que esto no se entendería". por las generaciones venideras. atrás ".

Desde el primer momento se constató que las obras iban a resultar caras. En 2010, el Gobierno de Aragón se comprometió a financiar el 75% del presupuesto, pero todo se detuvo en medio de la crisis económica. “En ese tiempo no se ha tomado ninguna medida por parte de ningún bando, ni la DGA, ni el Ayuntamiento ni el Obispado”, dice el párroco.

Jaime Clusa explica que el Ayuntamiento aportará la cantidad que tenía prevista hace 16 años, unos 125.000 euros para la venta de algunas propiedades de la iglesia. “La parroquia ha ahorrado unos 170.000 y así casi llegamos a los 300.000”, indica. El Obispado ayudará con 80 o 90.000 euros en los próximos cinco años. La colaboración de la DGA consistió en la financiación del proyecto. Es necesario solicitar un préstamo. “Nos comprometeremos tantos años como sea necesario, pero hay que hacer las obras y solucionar la situación”, dice el párroco.

A esta suma de esfuerzos hay que sumar el de la plataforma ciudadana creada en septiembre para recaudar fondos y ayudar con las obras. “Pedimos a cuatro empresarios muy cercanos a la parroquia su colaboración y les pedimos que corrieran la voz sobre la necesidad de recaudar algo de dinero para los trabajos”, dice Clusa.

"Son personas relacionadas con la localidad y la parroquia no solo por motivos religiosos sino también por motivos históricos, culturales y artísticos", añade el párroco, que indica que con estas aportaciones (50.000 euros) se suman colectas y donaciones, y " nos falta la Navidad ”, añade. Además, "lo que se recauda en los seis meses de obras también será por rebajar el crédito", añade.

Durante las obras se intentará coordinar el horario laboral con el culto para no tener que cerrar el templo y trasladar las ceremonias a la iglesia de San Antonio.

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