Robusto, sólido y falso - Galicia Ártabra Digital

2021-12-07 02:32:15 By : Ms. Jessie Zhao

28 de noviembre de 2021 Deja un comentario Vistas 486

Gabriel Elorriaga F. (Exdiputado y exsenador)

El presidente del Gobierno está vendiendo el engaño de "una recuperación robusta, sólida y justa" a los españoles supervivientes de una pandemia, capaces de creer que la vacuna contra el Covid también es válida para la economía y contra el mal gobierno. Pero no es así. Ni la crisis energética, ni la inflación, ni la pérdida del crédito internacional son enfermedades que se combaten con pinchazos. La recuperación requiere el crecimiento y fortalecimiento de una economía que no dependa de que Nadia Calviño cuente en Bruselas unos relatos e historias diferentes a las que comparte Pedro Sánchez con sus partidos de coalición y los mantenedores de sus andamios parlamentarios. Agricultores, ganaderos y pescadores con agua hasta el cuello. Empresas que anuncian cierres y despidos. Los transportistas amenazan con huelga. La subida de los precios rebaja el poder adquisitivo de los salarios y las pensiones. Ese es el panorama de las navidades que, según Pedro Sánchez, “van a ser mejores que las anteriores” pero en las que el malestar social es rampante. El PIB español no ha recuperado lo que perdió durante la pandemia. Las previsiones de la Comisión Europea son más bajas que nunca. La perspectiva de volver al nivel anterior a la crisis se retrasa hasta 2023. Pero las nuevas cargas fiscales se presentan como el único programa gubernamental para reactivar una economía maltrecha.

Europa le ha dado un golpe a Sánchez al condicionar los fondos a unos compromisos que son incompatibles con el doble lenguaje que utiliza el presidente para satisfacer a los dos gobiernos distintos que pastan como una aparente coalición pero que no son una concurrencia sino dos contradicciones que coexisten, una. alimentado desde Europa y otro contra Europa, orquestado con neocomunistas y enemigos de la unidad institucional de los Estados miembros de la Unión Europea. Es cierto que ante el desastre del gobierno, el PP sigue siendo el primer partido, pero con un cierto estancamiento que detecta desconfianza en una soledad empresarial que es insuficiente para una opción sólida por un gobierno estable. El declive del gobierno sociocomunista no se producirá solo por su mala gestión económica sino porque, a su vez, resuena una propuesta económica de la oposición que, hasta ahora, carece de voz propia y poderosa. Un programa viable con un sistema tributario aceptable necesita una aclaración y no rodeos como "hagamos lo nuestro" o "ganemos con los mejores". Hay que decir en qué consiste el “nuestro” y quiénes son los “mejores”.

El panorama español es pesimista y si está influido por las circunstancias internacionales, como el auge de los combustibles energéticos, la desastrosa planificación de los recursos propios y su impacto en la industria, la agricultura y el transporte también pesan mucho. Una situación de huérfana energética es el pecado original de lo que la izquierda entiende por progreso: su moratoria nuclear de 1994 que provocó la paralización de cinco centrales -Lemóniz I y II, Valdecaballeros I y II y Trillo- en proceso de programación que, si estuviéramos produciendo, no necesitaríamos importar gas costoso y difícil de un África del Norte atribulada. Las centrales nucleares que, hasta la fecha, no han logrado acabar con el falso ecologismo socialista todavía producen más del 20% de nuestra propia energía barata que consumimos. El desmantelamiento "progresivo" de las energías limpias no es seguido por Francia, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China o Canadá. Las naciones que han continuado desarrollando tecnología nuclear están buscando microrreactores (SMR) que ofrezcan una configuración rápida y puedan trasladarse a lugares donde se produzca escasez de energía. Pero la izquierda decidió, sin ningún cálculo, que los molinos y paneles solares funcionarían suficientemente aunque no hubiera viento ni sol todos los días y que se esparcirían con impunidad y sin ningún daño a nuestro paisaje, hoy con toda su capacidad de producción en riesgo de la deficiencia e insuficiencia de llamadas con optimismo fuentes renovables.

No basta con diagnosticar las dificultades para tener confianza en un futuro mejor. El catastrofismo con el que Pablo Casado se expresa como presidente del partido de oposición más importante no es suficiente si no va acompañado de una capacidad para emocionar a un pueblo que no se conforma con el claroscuro de despegarse para ponerse a mí. Se necesita un viento renovable para barrer los miasmas de la desesperación. Se necesita un índice claro de proyectos y la capacidad de lanzarlos con empatía, con la popularidad y la temperatura que el electorado popular siempre necesita para crecer y multiplicarse. Necesita un programa razonado, calculado y viable de habilidades y mediciones convincentes, y no solo el presagio de nubes oscuras que todos vemos venir sin ser anunciados. Pero, sobre todo, es necesario encender esa luz en el horizonte que indica que después de la oscuridad de la noche llegará un amanecer luminoso y feliz, porque el mundo sigue caminando como siempre, en el mismo sentido de siempre y que , a pesar del Sánchez que pesa, no se volverá a ideologías pasadas de moda ni a fantasías veganas.

Enrique Barrera Beitia En alguna ocasión he aprovechado el espacio que me ofrece Galicia Ártabra, ...

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