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Estos días trabajarán en el montaje más de 1.000 miembros de las comparsas. / efe
El gigantesco campamento festivo en el que se transformará El Arenal durante nueve días, del 20 al 28 de agosto, empieza a tomar forma. El montaje de algunas de las txosnas ha comenzado esta mañana con la llegada de los primeros camiones cargados con material. Ya se deja ver el armazón de algunas de las espectaculares estructuras de las comparsas por donde estarán de fiesta miles de bilbaínos. «No son simples estructuras prefabricadas, si no monumentales obras de ingeniería», explican desde la federación Bilboko Konpartsak, que agrupa a todas las comparsas de Bilbao, 28 en total, algunas de las cuales llevan organizando el ambiente festivo desde la primera edición de la Aste Nagusia en 1978. Estos días, y hasta que abran el día 20 después del chupinazo, más de 1.000 personas trabajarán en levantar el recinto festivo de las txosnas, uno de los principales reclamos de la ciudad en esas fechas.
Personas de todas las edades y profesiones han pedido vacaciones para poder montar las fiestas. Médicos, ingenieras, amas de casa o profesoras, por ejemplo, se han puesto manos a la obra para levantar las gigantescas casetas, que serán decoradas para la ocasión con los motivos escogidos por cada comparsa. El trabajo realizado durante meses concretado en reuniones y conversaciones de WhatssApp empieza a ser visible.
En general, el mecanotubo se alquila a proveedores, aunque otras tienen todo el material en propiedad, guardado en lonjas. Parte de la decoración está realizada hace ya días, aunque siempre toca ultimar detalles. El sábado y el domingo serán los días de máxima actividad, cuando la mayor parte de comparseros, liberados de sus obligaciones cotidianas, estarán al pie del cañón durante todo el día en El Arenal. Este año, eso sí, habrá 27 txosnas, una menos, por que la de Mamiki, la comparsa feminista de Bilbao, no podrá montarse por falta de personal que se involucrará en los preparativos. Desde la federación han deseado que puedan regresar al recinto el próximo año.
La alegría puede respirarse ya en El Arenal. «Hemos vuelto con ganas y fuerza para llenar nuestras calles de andamios y color de nuevo, después de que, por fuerza mayor, Bilbao haya tenido que pasar por dos agostos grises y sin gracia», han explicado dos portavoces de la federación, Nerea De Las Heras y Julen Larrea. Ambos han explicado durante una comparecencia que las txosnas serán un lugar seguro ante agresiones, además de acoger las reivindicaciones de cada comparsa y una importante parte de la programación, ya que cada una de ellas albergará varias actividades, como talleres infantiles, conciertos gastronómicos y conciertos.
Para los representantes de las comparsas, poder tomar las calles tres años después «tiene un sentido comunitario y social muy potente tras meses en los cuales siquiera reunirse era impensable». Y han recordado que las txosnas compondrán un «efímero pueblo vivo y libre durante nueve días, compuesto de casas muy diversas», porque cada estructura «es una vía para comunicar nuestro mensaje, que a veces nos es vetado, y también simboliza un techo y una guarida». A ese respecto, han asegurado que «este año con más fuerza que nunca y gracias a nuestro grupo de trabajo específico contra agresiones, las txosnas serán un espacio seguro donde poder acudir en cualquier momento si son víctimas de cualquier violencia del tipo machista, racista, homófoba o especista».
Los comparseros han hecho un llamamiento a regresar este año a las txosnas, «a gozar, beber, comer y bailar, conscientes de que, con cada pote que nos tomamos en las txosnas, estamos apoyando la programación de Aste Nagusia, organizada por cada comparsa y por Bilboko Konpartsak». También han querido animar a los bilbaínos a participar con los diferentes grupos, «aportando cada cual sus manos en la comparsa de su gusto. El de las comparsas es «el fundamento del modelo festivo, un trabajo en equipo formidable y mágico«, han asegurado.