El sentido de la vista es muy importante, hasta el 80% de todas las impresiones que percibimos nos llegan a través de la vista.

De hecho, si alguno de los otros sentidos (por ejemplo, el gusto o el olfato) deja de funcionar, el de la vista es el que mejor nos protege frente al peligro. Aproximadamente 4,9 millones de personas viven con ceguera bilateral secundaria o enfermedad de la córnea en todo el mundo, lo que representa el 12% de la ceguera global total.

Las causas comunes son las patologías de la córnea anterior, como el tracoma, la queratitis infecciosa, el traumatismo ocular, las lesiones químicas, además de la alta prevalencia en los países en desarrollo. El trasplante de córnea primario tiene una supervivencia alta del injerto de 87% y 93% a un año y de 72% a 73% a 5 años en ojos no complejos. La supervivencia del injerto disminuye con el trasplante repetido y en ojos complejos, a pesar de los avances en las técnicas de queratoplastia y el trasplante de tejido más selectivo.

Se realizan 100.000 trasplantes de córnea cada año en todo el mundo debido a la falta de acceso a tejidos de donantes, lo que se ha descrito como una crisis internacional de salud pública.

El primer implante de córnea artificial se realizó hace menos de 20 años, después de que el dispositivo fuera aprobado para su uso en los Estados Unidos en 1992, pero era incómodo para el paciente y presentó complicaciones. Claes H. Dohlman, quien es considerado el fundador de la córnea moderna y creador del modelo Boston K-Pro (también conocido como Dohlman-Doane) desarrollado en Harvard y Massachusetts Eye and Ear Infirmary. 

Las córneas artificiales, a veces llamadas queratoprótesis, se han utilizado durante más de 50 años. Sin embargo, solo en los últimos años estos dispositivos han tenido un éxito confiable. Sin embargo, el implante de CorNeat es una solución importante, ya que el procedimiento es mucho más simple y requiere menos cirugía.

El K-Pro está hecho de un polímero transparente que ofrece un campo visual casi tan amplio como el de una córnea normal, la parte transparente del ojo que cubre el iris, la pupila y la cámara anterior, contribuye al poder de enfoque del ojo. El dispositivo está hecho de material biomimético biocompatible y no degradable, que imita la microestructura de la matriz extracelular humana (ECM), la malla de colágeno que proporciona el soporte estructural y bioquímico a las células circundantes. A diferencia de los andamios y otras matrices de colágeno, que se utilizan para la reparación e ingeniería de tejidos y proporcionan una infraestructura temporal para el crecimiento celular, la resistencia del material y su naturaleza no degradable ofrecen nuevas aplicaciones que prometen revolucionar la calidad de vida de millones. A través de la ingeniería química a nanoescala, el KPro puede imitar los entornos celulares existentes, «estimulando la proliferación celular» para facilitar la «integración progresiva del tejido».

Los cambios en la calidad de vida de los pacientes que han recuperado la vista de un día a otro mediante el implante, resultan emocionantes y les permitió retomar sus actividades diarias, pues son capaces de cocinar, leer, vestirse o mirar televisión.

Cornea Research foundation of America. Córnea.

Zeiss. Por qué es importante tener buena visión.

HypeBeast. Artificial Cornea Implant Helps Legally-Blind Man Regain His Sight.