Son tres ejemplos de nuevos empresarios. Pequeños, sí, pero valientes. Porque se pusieron el mundo por montera en un momento económico doloroso, con 3,95 millones de parados y una caída del PIB del 11 % en el 2020. ¿Quién es capaz de lanzarse a esa aventura que absorbe el ahorro propio y el crédito ajeno? El que más y el que menos tuvo problemas con los permisos administrativos. Papeles y más papeles, burocracia y exigencias que las Administraciones no siempre cumplen. Pero una vez que ese tortuoso camino termina, crecen empresas, proyectos nuevos y empleo.
Dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Es el caso de Beli García, que se dejó liar por su marido, Javier Baulde, a quien ella define como «un torbellino que no para quieto». Él es emprendedor -tiene una empresa de montaje de andamios- y cada vez que pasaba por una modesta casa familiar le insistía a su mujer en que había que sacarle partido al pequeño bajo. No podía estar vacío. Ella comprendía el argumento y se lo compró: así nació Quitamanchas, una lavandería en Corbillón, municipio de Cambados. «Yo trabajo en un súper a media jornada, y no lo voy a dejar». El negocio es un autoservicio que no obliga a estar todo el día allí, pero lo cierto es que Beli García se encontraba en el establecimiento en el momento de mantener esta conversación que acaba con un: «Él me lio y yo me dejé liar».
Xabier Guillamett trabajó en grandes empresas y, con ellas, en distintos países. Es un hombre inconformista, le gusta estudiar y aprender (licenciado en Económicas, Graduado Social, Historia, Historia del Arte -puntualiza que pendiente del TFG- y máster en prevención de riesgos), y, quizá, su manera de ser lo llevó con 58 años a montar con dos socios, Javier Fonseca y Ricardo Mata, un taller de reparación de autocaravanas, así como de mecánica y electrónica multimarca de vehículos. Él es administrador único de Carlou3; y Fonseca y Mata, los técnicos altamente cualificados. Los tres son el complemento perfecto para impulsar este negocio. ¿Por qué montar la empresa en la pandemia?: «Era el momento. Ssi esperábamos más, tendríamos que posponerlo hasta el año que viene y no podríamos aprovecharnos de la oportunidad del vivero de empresas de Oleiros, donde nos dieron la posibilidad de tener una nave que encaja con nuestras necesidades». Lo que más le ilusiona es trabajar en algo propio, «pensando que si te equivocas, te equivocas tú; y si aciertas, exactamente igual. El trabajo realizado para uno mismo es lo más motivador que hay».
Alejandro Parra (27 años, de Alicante) y Jesús Villalba (31 años, de Venezuela) montaron Black and White Auto Center, un centro de limpieza integral y detallado para vehículos localizado en Vilarrodís. Querían, dicen, «salir de la zona de confort y persiguiendo el sueño de crecer con algo que nos apasiona: el motor y los automóviles». Alejandro Parra trabajaba en un concesionario oficial como asesor de servicio, y Jesús Villalba ejercía en Venezuela como ingeniero certificado en calidad. Una semana después de montar el taller, llegó la pandemia y el confinamiento. Pagaron todas las facturas sin tener ningún ingreso. Fue duro. Ahora ya están operativos y para ellos es importante abrirse mercado, seguir creciendo a nivel personal y profesional. «Queremos compartir con nuestros clientes nuestra pasión por los coches. En realidad, nos gustaría que se nos conozca por ello».
¿Quién dijo que Galicia no es tierra de emprendedores? Mírenlos. Son emprendedores y valientes (sin peloteo).
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