Feliz Navidad (mi Catedral) - SevillaInfo

2021-12-07 02:46:34 By : Ms. Abby Zhang

Después de sobrevivir milagrosamente a una feroz tuberculosis que le obligó a abandonar el monasterio, Don Justo Gallego sintió la más profunda necesidad de mostrar su gratitud a su Creador por estar vivo.

En sus años de monje, supo que Fray Prudencio no era más que un hermano lego, pero que Fray Perseverar fue designado abad. Entonces su mente elaboró ​​una iniciativa tan extraña como emocionante: "Voy a construir una Catedral en mi pueblo, Mejorada del Campo".

¿Quién dijo miedo? Con materiales de desecho y más Fe que Abraham y Muhammad juntos, comenzó a materializar su sueño a base de jarabe de constancia, los inspectores de Castilla y León guardaban pasta de boniato al comprobar la solidez de sus estructuras.

Después de 60 años sin detenerse ni cobrar impulso, Don Justo murió al pie del cañón de mortero en el que preparaba la mezcla para rematar el baptisterio. Con las botas puestas murió, sí señor. Genio y figura.

Le tengo una gran simpatía porque también se sabe algo de prórrogas vitales otorgadas por El De Arriba.

Por un error médico nací con una discapacidad.

Para que te hagas una idea, la llegada de este hombre al mundo llegó a ser como si tu computadora sufriera un cortocircuito de película de guerra y una cebolla golpeara el suelo como el Titanic tragándose el iceberg, rompiendo la pantalla y el soporte para mantenerla en pie. arruinando sus ornamentos y florituras y dejando sus cables pelados en el aire. Pero trabajando.

Me pasó algo así. Mi madre rompió agua en el hospital y, en lugar de realizar inmediatamente una cesárea y sacarme incluso tirando de mi cabello, ordenó que me dejaran en su útero durante doce días, doce, comiéndome todo el marrón (juego de palabras intencionado) , lo que me provocó una falta masiva de oxigenación.

Pero supongo que Mi Creador debería tener una misión reservada para mí y aquí estoy. Mi discapacidad es del 98%, tengo parálisis cerebral, soy usuario de silla de ruedas, no puedo usar los brazos ni las piernas y necesito ayuda para los actos cotidianos como vestirme, lavarme, comer ... Completo eso es uno, ¿no? ¿pensar? Lo que me faltaba era tener un diente con hoyos. Cachis la mar ...! De todos modos, en otra vida será ...

En cualquier caso, este incidente (por hablar fisnamente) afectó mi sistema motor pero dejó intacto el cognitivo, que el coco del criado rula como una motocicleta.

Y con inteligencia llego a la conclusión de que es mejor reírse de uno mismo, como decía el sabio. Y es que, nos quejemos o no, nos pagarán lo mismo y estoy seguro que así me entenderán mis amigos: Virgencita, déjame quedarme como estoy.

Laboral. Con más golpes que la bandera del tercero. Pero trabajando. Como su equipo de cómputo después del tonto que fue mordido y cortocircuitado.

Organizar, crear, opinar, reivindicar la accesibilidad y la guerra dando, llorando y riendo (siempre intentando inclinar la balanza hacia lo último)… En una palabra: vivir.

Aprendí desde pequeña que a través de la gratitud y la aceptación serena de lo que nos pasa llegamos a intuir el misterio que todo lo envuelve, y que hay Alguien Muy Grande Allá arriba, que sostiene nuestra existencia y nos hace participar de la creación. de un mundo fraterno y humano.

Y que la oración más sincera consiste en vivir lo más plenamente posible, jugando con valentía las cartas que nos han tocado, incluyendo faroles que es obligatorio marcar cuando la ocasión lo requiera.

Reconozco que, sabiendo que tengo una ventaja en esta área, me encanta arriesgar mis cartas en el mazo de discapacidad, porque sé que juego en mi propio campo. Que tienes que ser malintencionado, je, je ...

En cualquier caso, todos estamos llamados, en el día a día, a emular al hermano Justo en su perseverancia, con los ideales del Quijote y los pies en la tierra para hacer la tediosa compra del mes y pagar la hipoteca. Porque todos, lo sepamos o no, estamos ocupados construyendo nuestra Catedral.

Podría ser material, con residuos reciclables y tubos de bicicleta, como el de nuestro amigo Justo. O también espiritual, embarcándose en un sueño de horizontes infinitos. Pero créanme que el motor de todo, el que sostiene andamios y poleas y baluartes es el Amor con mayúscula. La Misericordia de Nuestro Altísimo con sus enormes manos.

Realmente lo se. Cuando lo espíe, no todo será una palmada en la espalda desde San Pedro. Tomaré alguna otra pelea celestial porque un día fui perezoso, o miré mal a no sé quién, o me salté una línea jugando al sueco y usando la silla de ruedas y haciendo pucheros al tema.

Sin embargo, tengo preparada mi defensa. Les pediré que hagan un pequeño recorrido por la Catedral del Siervo. Sí, es correcto. Hay paredes desconchadas y la ventana de vidrio ocasional está más sucia que una oreja con una sola pierna. Pero el sacerdote que entre a predicar tendrá que arremangarse y hacerlo en lenguaje de señas. Con los misales en fácil lectura y en sistema Braille. Y siendo al liquindoy que no hay ni una triste barrera arquitectónica.

Es decir: que mi Catedral está accesible, Excelentísimo Señor San Pedro, boca ilustre del Cielo con las llaves en la valija. A disposición de cualquier querubín sordo, o con discapacidad intelectual, o ciego, o con movilidad reducida.

Y ahí le he hecho daño. Eso abrirá el dintel celeste y me permitirá acceder al paraíso. Quizás de mala gana. Pero se abrirá y entraré.

Os animo a batir el cobre y dar caña al palauster, sea cual sea la Catedral en la que os dejéis el alma. Fuerza y ​​trabajo, que su Catedral no se la salte un gitano y Dios rente el mundo a los valientes, como el que dijo.

Y finalmente, permítanme ir en contra de la dirección de la Comisión Europea y felicitarlos por estas fiestas como El De Arriba Manda: FELIZ NAVIDAD.

Rocío De Los Reyes Machuca

Embajador del Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia en Andalucía (CEDDD-A)

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